A Finesse da Classe Média
fevereiro 10, 2013
A Finesse da Classe Média
Tão charmosa. Tão elegante. Tão sutil. Tão discreta – quase como naquele filme clássico de Buñuel. Ah, inefável charme da classe média! Ah, indelével encanto da classe média! Se ela não existisse, eu a inventaria em meus livros – parodiando a canção de Joe Dassin. E a faria dançar mambo, rumba ou salsa com a leveza de uma hipopótama prenhe.
Irônico? Levemente. É claro que pretendo falar do lado equino (com perdão do cavalo, nobre animal), paquidérmico (com perdão do elefante, belo animal), bovino (com perdão da vaca, sagrado animal) e claro, do suíno (com perdão do porco, simpático animal). Um vídeo da admirável Marilena Chauí sobre as “boas maneiras” da classe média me fez pensar no assunto e me instigou a escrever sobre ele. Ou seja, sobre a má educação, sobre os hábitos vulgares, sobre a total falta de educação de uma faixa social que se situa entre a espontaneidade do povão e a classe da alta burguesia. Haja paciência para aturar a grossura dos nouveaux riches e de sua já proverbial arrogância.
Enumeremos alguns traços de comportamento eloquentes dessa gente fina como o corpo de um rinoceronte. Por sinal, acrescentemos que nessa grossura há – como mencionado acima – uma boa dose de arrogância típica do novo rico. Num restaurante, após a refeição, essas pessoas se levantam e não são capazes de empurrar a cadeira para a mesa para deixar a passagem livre, obrigando o comensal que venha atrás a fazer o gesto para poder passar. Parar carrinho no meio do corredor em supermercado, impedindo a passagem dos outros clientes. Digamos que jogar na rua embalagens de papel, plástico ou metal, seja mais coisa de povão – mas nem sempre. No trânsito, nem se fala. É parar na calçada. É entrar na contramão, à noite, em ruas de pouco movimento. É não respeitar a faixa de pedestres. É não respeitar farol. E assim por diante. No cinema é um desastre. As cocotas da jeunesse dorée (via de regra burrinhas e ignorantes) falam que nem matracas durante a sessão, ou com as amiguinhas ou no celular. Mas há também respeitáveis peruas, ou veneráveis vovós que não resistem a uma fofoca no escurinho da sala. Tudo isso sem mencionar o estalo do refrigerante que se abre ou do desembrulhar de embalagens – exatamente como se estivessem em suas salas de estar assistindo a TV. Ou seja, sem o menor respeito pelos outros espectadores. E não falemos do lixo jogado no chão, pois essas pessoas são incapazes de pegar o lixo do consumo durante a sessão e, no fim do filme, colocá-lo nas lixeiras. Comem e sujam como porcos. E ainda por cima põem as patas nas poltronas ou no respaldo do assento que se encontra a frente. Chegar atrasado em peças, shows, concertos, recitais e incomodar os outros espectadores, é a coisa mais comum – e considerada natural. E, num grau menor, mas que não deixa de ser mal-educado, não responder a e-mails que requerem resposta ou não responder a mensagens na caixa postal do telefone fixo ou celular que pedem resposta.
É claro que a educação começa em casa e prossegue (ou deveria prosseguir) na escola. Mas não se pode esperar muito de pais e professores mal-educados no sentido de eles transmitirem os princípios elementares de comportamento social. Digamos que se a TV servisse para alguma coisa – além de embrutecer as pessoas e enervar com publicidades cretinas – faria campanhas pela boa educação que, no final das contas, é respeito pelo próximo.
20-01-2013
R.Roldan-Roldan é escritor
Publicado no jornal Correio Popular de Campinas/SP em 5 de fevereiro de 2013
Cenizas… 20 poemas en español de David Haize
fevereiro 6, 2013
Cenizas… 20 Poemas en español de David Haize
Cenizas en el corazón
de juegos no urdidos
en el esplendor de antaño
cuando desnudo rasgaba el himen del infinito
con el falo del alma
que me decía soy Poesía
ángel de la guarda velando por mi
alejando las garras de la soledad
Poesía de granate y leche
endúlzame el sendero del Retorno
chorreo hambre por las ubres celestes
eyaculo albas
sudo transparencias condenadas a vivir
sin ti
ahora que vuelvo mojado de añoranza
nostalgia de los almendros en flor
estío de solo existir
después de vivir con los dioses
que me enseñaron el coito del infinito
perpetuo orgasmo
*
Por las veredas del retorno
cuando se alza el silencio
para morir en la red de la noche
cuando se calla La oración
en el mármol de los labios
cuando el olvido de tan inmenso
se hace libertad
cuando caduca el amor
estiando su caudal
cuando ya no se busca la patria
sino tan solo Madre Tierra
recojo astillas en rincones de luna
y con la cerilla de la Palabra
enciendo el Fuego
y ardo en las llamas de la Poesía
como el místico ardía en las llamas de dios
*
En tus manos dejo
el fulgor del hacha que cortó la raíz
compañero poeta
resonando mi aliento
en intensidad de rosas y abismos
tu que siembras agujeros
en la consistencia de la nada
haciendo brotar música de la soledad
En tus manos dejo
el arrullo de la tierra bajo los latidos del agua
el Sol ordeñando los pechos del deseo
el alba muscular del rojo implícito
el nido secular en la cálida penumbra
el parto del universo con su olor de hembra y jazmín
la lágrima del macho en la niebla
Y me voy viento abajo hacia los astros exilados
con los relámpagos y hormigas que componen mi sueño
*
Amigo lejano
que recoges mis palabras
amigo sin nombre
que acoges mi palpitar
encuadernando mis sueños
no me devuelvas tan solo el eco
que de ecos me ahogo
en espacios y tiempos
que jamás fueron míos
dime que te soy
más allá del vuelo de los efemérides
el país inexistente
donde sexo y muerte se deshojan
deambulando por los subterráneos del Tiempo
en busca del amor en cuarentena
*
Derrámome en la lengua
y alago la voz de furias y sollozos
que el papel cristaliza en esperanza
de unidad y armonía
por el sendero de la sangre
hasta la esencia del retorno
vuelta suspirando el verde estelar de la noche
que oliendo el aroma de mis palabras
recuerda el sabor de mi piel
a la luz del candil de mis entrañas
mientras el pájaro de la lluvia
tamborilea los cristales del alma
y el agua nocturna
en su vaivén cadenciado
masturba el capullo del deseo
*
Los labios de la noche
tienen gusto de vino ancestral
saben a geranios gitanos
a viajes de niño
a luna oriental
pero aún no se oyen los sollozos de la madre
ni el adiós del padre desterrado
beso pues la Noche entreabierta
sobre el vuelo del jazmín
y voy perdiendo luces de identidad
futuras venas abiertas
en el tren de la soledad
*
Vuelve niño vuelve
la nana de la mortadela y los dátiles
ya te pide perdón
la flor de la esperanza se llama hambre
América se viste de imaginación
las goteras mojan tu cama
no la ilusión
tus perros y tus gatos te cuentan
los anhelos de la tierra
surcos preñados de sueño
con atávica fragancia
cuando aún eras Navarro
y hablabas euskara
*
Por caminos de antaño
recojo cartas de sueños
arrastrados por el viento
como hojas que ya fueron verdes
por entre troncos fieros
ya cenizas
como el ayer
goteando energía de pasión
en pistas de lentitud y furia
viéndose aún la soledad andrajosa
trasnochada y medio loca
con su cestillo roto
donde oculta fotos mágicas
amarillas de tanto esperar
*
Desátanse las palabras
azotando el olvido
que el viento de la juventud no despertaba
en murallas antiguas se clavaron balas
segando poetas
sangre que recojo
cual espíritu sin fin
vuelo fiero de angustia y pasión
resucitando en mis venas
la señal que me distingue
y al poniente de cobre
cuando el paisaje borra los álamos
opongo el hielo y el diamante
perpetuando la memoria
sangre de poetas
en noches de nardos y goces
rescatándome del torpor
ensanchándome
concediéndome la gracia de ser
*
Las rejas me separan del retorno
olvídome del secreto del roble
mal recojo escamas de huidas
por rincones de té verde y almendras
zocos cuajados de luz
en tardes de arena y sal
cuando la mezquita cambia de sombra
con lejanos ecos de aljamías
tertulias moras tras el alamud
desgranando el sabor de olivares
distantes
del otro lado prohibido del mar
historias de abuelos y guerra
sudando la tierra con aceite y paz
*
Los ocasos ruedan truenos distantes
por cielos opacos con ecos de siglos
y vuelvo
hoja suelta hijo pródigo
infancia y muerte
a la oración del olivo en tierras pardas
como cuando aún no era
lo que nunca fui
como cuando aún no estampaba
de nieblas rojizas los valles del exilio
desganado por ansias de otros mundos
devolviéndome el original
el perfume del roble
la llama del candil
lluvias y nieves de quinta estación
sol de los ergs rajando el alma
en la soledad de morir o nacer
*
Encinas pasadas que no viví
me huelen y detectan
cual instinto de otra vida
por los senderos de la razón
y me anochecen por las veredas de la redención
adonde recogido en trigales
colecciono auroras ancestrales
que anunciando el rojo
aún me ofrecen la inmensidad del blanco
círculo que me antecede
*
Vísceras y ascuas alumbran el existir
castrado el viento
esposadas las llamas
vuelan cenizas de sueños
en los cementerios de la mediocridad
y la Palabra
puta social
se recoge en su tumba
bajo la sombra de una encina artificial
*
Asómome a mi silencio
descubro brasas de existencias no quemadas
y me hundo en las letras
convulsas vivas
arrastrado hacia la vida
en llanuras espartanas
principios de negación
consagrándome flor del desierto
o mármol esculpido
en llamas
resplandeciendo en el hueco de la obscuridad
matriz sin retorno
*
Graznidos del ocaso
pájaros de brumas en tránsito
que en sombras me devuelven el recuerdo
y los anhelos rendidos
en sotos de antaño
caminos revocados por el viento
cuando los prados recuerdan las amapolas
y el corazón cruje de frio
ante el anochecer del sueño
huérfano
herido de luz
*
Infinitas ansias sin letras
dolorosamente libres
huérfanas de padre y amante
de dioses y héroes
sangrando
agrias ya por la vía del retorno
retocando la esperanza
aún dibujando tardíos oasis
en calcinados amarillos
o recogiendo espigas olvidadas
en los azules dorados del estío
*
Del ayer vengo
Agua del agua al agua vuelvo
en nichos ancestrales de tierra y fuego
ocultando alturas marchitas
que los ecos reprimen
humildemente
bebiendo lluvia en el regazo del universo
bajo la gracia del Sol
desgranando el haber sido
ah del mar me llegan sabores náufragos
del cielo olores perdidos
de los astros pedazo cautivo
desgarrado soñando
retorno al caos del paraíso
despojado de conciencia
sin el fardo de los siglos
libre como el hechizo de la verdad
*
Los muslos de la noche se esquivan
dejando corales de cinerarias
inciertos azules
bogando sobre la cresta del sueño
envueltos en niebla roja de sangre evaporada
esparciéndose por paisajes tísicos de soledad
por yermas praderas
silbando otra realidad
que en su leyenda colgó fucsias en picos de estrellas
insuflando al blanco no saber
bajo el vuelo de cisnes en llamas
sobre juncos de aurora
el estremecer de la vuelta
o el despertar del adiós
*
Hierro y silencio crujen de libertad
mecidos por torbellinos amarillentos
de hojas desgarradas
que lentamente se mojan de grises
lloviznando vagos anhelos de retorno
en cielos de plomo anunciando
la hibernación del músculo
el letargo del deseo
bajo el claustro blanco
que va cubriendo los jardines desplumados
vuelos en jaula
suspiros descepados
aborto de querer amar
cuando la tierra recoge su bramido sin aliento
*
La luz del agua pierde su timbre
y el viento oxida las leyendas
cuando leguas de existencia se acumulan en el sentir
que poco a poco
sin tambor ni teoría
se vuelve hacia el silencio
desprendido casi libre
mientras las calles cambian de nombre
y los dioses
tropezando con la eternidad
de verdad
*
Del libro La soledad del retorno/2001